La excusa perfecta
La muerte de Mauricio Morales en un accidente explosivo, ocurrido la madrugada del 22 de mayo, ha vuelto a poner los ojos desconfiados de la prensa en los movimientos anarquistas de todo tipo. Y del mismo modo, apropósito de estos acontecimientos, la represión ha puesto su blanco en los centros culturales y sociales, casas ocupa y bibliotecas populares.
Varios de estos espacios de encuentro político has sido alterados por la fuerza policial, que ha ingresado con toda su violencia a estos recintos. Todo bajo la excusa de que se está en busca de un personaje que habría acompañado aquella noche a Mauricio Morales.
Estas arremetidas del terror han tenido que soportar variadas organizaciones, como es el caso del Centro de Estudios La Idea o el centro cultural anarquista Cueto con Andes. En ambos casos, fue la PDI la que entró en búsqueda del personaje en cuestión, con la prepotencia y agresividad que caracterizan a las instituciones de orden de este país.
Poco sabemos de la legitimidad de estas arremetidas. Y si ellos desconfían de jóvenes activistas y comprometidos con su comunidad, todo el derecho tenemos de dudar acerca de sus intenciones. ¿No será nuevamente una estrategia para sembrar el terror y alejarnos de estos espacios de organización? o ¿simplemente una forma de intentar desarticular estos movimientos?
De todas formas cabe preocuparse por el porvenir de todos estos centros, que se han transformado en importantes espacios de participación y acción política, y están lejos de significarle un mal a las comunidades donde se insertan.
Varios de estos espacios de encuentro político has sido alterados por la fuerza policial, que ha ingresado con toda su violencia a estos recintos. Todo bajo la excusa de que se está en busca de un personaje que habría acompañado aquella noche a Mauricio Morales.
Estas arremetidas del terror han tenido que soportar variadas organizaciones, como es el caso del Centro de Estudios La Idea o el centro cultural anarquista Cueto con Andes. En ambos casos, fue la PDI la que entró en búsqueda del personaje en cuestión, con la prepotencia y agresividad que caracterizan a las instituciones de orden de este país.
Poco sabemos de la legitimidad de estas arremetidas. Y si ellos desconfían de jóvenes activistas y comprometidos con su comunidad, todo el derecho tenemos de dudar acerca de sus intenciones. ¿No será nuevamente una estrategia para sembrar el terror y alejarnos de estos espacios de organización? o ¿simplemente una forma de intentar desarticular estos movimientos?
De todas formas cabe preocuparse por el porvenir de todos estos centros, que se han transformado en importantes espacios de participación y acción política, y están lejos de significarle un mal a las comunidades donde se insertan.
Etiquetas: casa okupa, centro cultural, Mauricio Morales
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio